"Agente causal:
Esta enfermedad es
producida por una bacteria llamada Haemophilus gallinarum.
Síntomas:
Entre los primeros
síntomas se presentan estornudos, seguidos por una supuración maloliente e
inflamación de los ojos y senos nasales. Conforme avanza la enfermedad, el
exudado se vuelve caseoso (como queso) y se acumula en los ojos; produciendo
hinchazón y en muchos casos hasta la pérdida de los ojos. El problema se puede
acelerar o agravar cuando se presentan cambios bruscos de las corrientes de
aire, de temperatura, humedad, o por la desparasitación y vacunación.
Generalmente disminuye el consumo de alimento y la producción de huevos
Transmisión:
La enfermedad se puede
transmitir de un animal a otro y de una parvada a otra por contacto directo,
por medio de las partículas de polvo que mueve el aire entre galerones o por
medio de las personas que cuidan de los animales.
Tratamiento y control:
El mejor control es
mediante la prevención, criando nuevos lotes de pollitas en galpones alejados
de las aves viejas o de aquellas sospechosas de ser portadoras de la
enfermedad. No existe un tratamiento específico, aunque se recomienda el uso de
antibióticos para evitar posibles infecciones secundarias.
Se puede aplicar
antibióticos como la estreptomicina por vía intramuscular en una dosis única de
200 miligramos por polla o gallina, o de 300 a 400 miligramos por gallo. La
eritromicina en el agua de bebida, en dosis de 0,5 g/galón (3,785 l) durante
siete días, o en el alimento a razón de 92,5 g por tonelada, durante 7 a 14
días." Fuente
Lo que a veces algunos galleros llamamos, una especie de moquillo avanzado por la hinchazón en las fosas nasales y cabeza del animal.
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